martes, 1 de septiembre de 2009

Gladys González Chile

Gladys González. Ha publicado: Conrimel, Antología de poetas mujeres del cono sur (Ediciones La Calabaza del Diablo, 2006), Gran Avenida (Ediciones La Calabaza del Diablo, 2004). Ha sido incluida las antologías en (SIC) de la Biblioteca Nacional de Chile (Valente Editores, Chile, 2004) y en Cantares: nuevas voces de la poesía chilena (Selección de Raúl Zurita, LOM Ediciones, Chile, 2004). Ha sido invitada al Festival de poesía Latinale (Berlín, 2006), Poesía Bogotá XIV Festival Internacional: "La poesía iberoamericana contemporánea escrita por mujeres" (Colombia, 2006), Novissima Verba: V Festival de Poesía Joven Edición Internacional (Perú, 2006), Encuentro de poesía iberoamericana “Estoy Afuera” (2005, México), Encuentro de poesía latinoamericana “Salida al Mar I y II” (2004, 2005, Buenos Aires, Argentina). Recibió una beca del Consejo del Libro y la Lectura para realizar “Conrimel. Primer Encuentro Internacional de Mujeres Poetas del Cono Sur” (Coquimbo, IV región, 2006), Mención Honrosa en los Premios Municipales de Santiago con el libro “Gran Avenida” en la categoría “Mejoras Obras Editadas año 2004” (2005), Beca Fundación Pablo Neruda (2004), Beca Taller Biblioteca Nacional (2003) y la Beca Fundación Gabriel & Mary Mustakis a Jóvenes Talentos (2002, 2001).



Adiestramiento






Todas las ciudades
Son iguales
Si haces el mismo ejercicio

Buscar una cama
Encontrar alguien
en esa cama

Construir una ciudad
Dentro de otra ciudad
Sin puertas
Sin ventanas
Sin salidas

Dejar pasar el tiempo
Con los ojos cerrados
Como si todo
Fuera familiar
Como si los golpes
Y los amigos muertos
No estuvieran
En frías bodegas
Como fichas clínicas

Todas las ciudades
Son iguales

Todas las ciudades
Se provocan
En el mismo ejercicio

Todas las ciudades
se queman
al cruzar la frontera










Naturaleza Muerta




Hubo noches
En las que buscaba
Con un cuchillo de cocina
El origen de las voces
Aterrorizada
Con el rostro amoratado
Y revuelto



Hubo noches
En las que hacia barricadas
Para que no me asesinara
Abriéndome lentamente


Hubo noches
En las que me golpearon tanto
Que caí al suelo
Con un diente destrozado
Y la cabeza rota
Como una granada hirviendo


Hubo noches
Sin dinero
Sin cortes profundos


Caminando por la carretera
Con la boca sangrando
Los ojos perdidos

El rostro blanco
Resplandeciente

Entre los reflectores
De los automóviles





Ciudad








La ciudad
Se reconoce a si misma
Después del derrumbe

Marcas de lápiz labial
En viejas cortinas de residencial
Iniciales de nombres
Y corazones trazados
En paredes enmohecidas
De baños de hotel

Cigarrillos a medio fumar
Sobre el lavamanos


La ciudad y nosotros
Nos reconocíamos
Con una tristeza salvaje

Apostábamos y bebíamos
Mirando los fuegos artificiales
Del nuevo año

En un galpón
Que tenia de fondo
Un puerto
Y una hilera
De sacos de harina
Colgados
para secarse al sol

1 comentario:

  1. Hermosos y profundos poemas. El testimonio de la urbanidad destrozada.
    Un fuerte abrazo desde Baires

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